El sector minero energético: un aliado para los Objetivos del Desarrollo Sostenible
Autora: Daniela Orozco – Coordinadora de Proyectos
Tal vez uno de los elementos más innovadores de la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), además de incorporar metas en términos de desarrollo institucional y de competitividad regional, fue la incorporación del sector privado como un actor fundamental para el cumplimiento de los objetivos y metas planteadas en esta agenda. A diferencia de la agenda 2015, la agenda 2030 tiene una visión mucho más global del rol que juegan todos los actores en construir un futuro a partir del desarrollo sostenible, lo que plantea no sólo retos sino también oportunidades para el sector privado en países como Colombia.
Frente a esto, hay grandes oportunidades para las empresas del sector minero energético y convertirse en aliadas del gobierno en la ejecución de la agenda 2030 a lo largo del territorio nacional.
Muchos detractores de la industria argumentarían que, dada su naturaleza y los impactos ambientales y sociales que se les atribuyen, la misma existencia de las empresas del sector minero iría en contravía de la transición hacia el desarrollo sostenible. En Jaime Arteaga y Asociados (JA&A) consideramos todo lo contrario.
Como se mencionó previamente, los ODS incluyen metas en temas de trabajo digno, construcción de instituciones sólidas (que incluye entre otras cosas mejorar la gobernabilidad en los territorios más alejados), garantizar la cobertura de servicios públicos esenciales y un crecimiento sostenible de las ciudades y centros urbanos, entre otros. En este panorama, teniendo en cuenta que por su naturaleza las empresas del sector tienen presencia en territorios en donde hay una presencia institucional débil, incluso altamente afectadas por el conflicto armado, tiene el potencial de llevar a cabo la ejecución de esta agenda de forma inclusiva, garantizando que se vincule a las zonas más alejadas del territorio nacional.
Centrándonos en el ODS 11 “Comunidades y ciudades sostenibles”, encontramos como metas: asegurar el acceso de todas las personas y servicios básicos adecuados, seguros y asequibles; proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural del mundo y aumentar considerablemente el número de ciudades y asentamientos humanos que adoptan e implementan políticas y planes integrados para promover la inclusión, el uso eficiente de los recursos, la mitigación del cambio climático”. Aunque en principio estas metas parecerían circunscribirse al ámbito de planeación territorial, y en teoría son una función del gobierno, ellas representan una oportunidad para que el sector extractivo en Colombia se involucre en una conversación mucho más nacional.
En el Quinto Panel de Reputación Minera, que tuvo lugar el pasado 12 de septiembre, nuestro director, Jaime Arteaga, aludió que el sector minero debe involucrarse en la agenda nacional desde el posconflicto, transparencia, gobernabilidad e inclusión. En el mismo evento, la Viceministra de Minas, Carolina Rojas, enfatizaba que existían grandes oportunidades para el sector en la lucha contra el cambio climático, abanderándose de causas como la transición energética, la deforestación, y la protección de los recursos naturales.
En conclusión, las oportunidades están dadas para que el sector minero y el sector de petróleo y gas enfoquen esfuerzos para, justamente, convertirse en aliados del sector público con miras al logro de los Objetivos del Desarrollo Sostenible. En JA&A no sólo creemos que esto es posible, sino que mediante nuestros proyectos buscamos contribuir a este logro; la Brújula Minera y el Barómetro Petrolero no sólo pretenden ser una plataforma de conversación multi-stakeholder, a través de su implementación perseguimos un fin mucho más superior: lograr que el sector extractivo aporte al compromiso con los territorios y con el país, y por qué no pensar que este compromiso puede estar representado en ser un canal para mejorar la gobernabilidad en los territorios; contribuir a alcanzar ciudades y comunidades sostenibles en donde operan; o apalancar el fortalecimiento del Estado y las instituciones en comunidades históricamente olvidadas y apartadas.
Nuestro compromiso como organización siempre será visibilizar estas oportunidades para que el sector extractivo sea verdaderamente una fuente de desarrollo integral para el país.
