La agenda de estos dos días giró en torno a cuatro de los principales retos para el país: oportunidades económicas inclusivas, sistemas alimentarios eficientes, el fortalecimiento de la democracia y la protección el medio ambiente.
Sobre inclusión social, se discutió acerca la importancia de un relacionamiento estrecho entre las compañías y las comunidades en todo el territorio colombiano. Sobre todo, destacando la necesidad de promover en el sector privado políticas y su aplicación en materia de inclusión y diversidad.
“El sector privado puede jugar un rol muy importante como gestor del conocimiento. En cada una de las decisiones empresariales la inclusión debe estar presente como elemento central” señaló Marcos Rodríguez coordinador del área de agricultura familiar y mercados inclusivos de la FAO.
Posteriormente, en materia de sistemas agroalimentarios sostenibles, se destacó la importancia de abordar la alimentación como cadena de valor, buscando no solo que permita generar la seguridad alimentaria para Colombia, y el mundo, sino que debe hacerse de manera sostenible. Así lo asegura, Juan Manuel Cerón, Director de la División Agropecuaria de la Cooperativa Colanta.
“El sector privado tiene que ponerse de acuerdo en cuál es el nivel de tecnología que necesitan los segmentos productivos; y debe encargarse de transferir metodología y capacitación para asegurar la producción sostenible, económica y ambiental”.
En materia de inversión social para la democracia, se conversó del rol de las empresas como actores de la sociedad, destacando que, como ciudadanos corporativos, las compañías en Colombia tienen derechos y deberes, y que las empresas más grandes en el país están comprometidas a fortalecer entornos más participativos y transparentes en las regiones de Colombia. Para ello Ángela María Vélez directora de la oficina de CIPE en Colombia, destacó el valor de la participación ciudadana y el relacionamiento intersectorial: “Las personas creen que los más competentes son los líderes de las empresas para saber qué es lo que debe pasar, sin embargo, los ciudadanos ven necesario que los empresarios opinen y participen en la política pública”.
Durante la última jornada de la Cumbre de Inversión Social Privada, se presentaron los principales retos en materia medioambiental, destacando cómo las compañías no solo tienen iniciativas para la compensación de sus efectoss, sino que sus acciones para mitigar y reducir su huella de carbono se han convertido en vehículos de impacto positivo en las comunidades.
Esta primera Cumbre de Inversión Social Privada finalizó con el reconocimiento a las 30 empresas con mejor desempeño en el Índice de Inversión Social Privada, una iniciativa de Jaime Arteaga y Asociados en la que, desde hace seis años, se ha monitoreado el esfuerzo de las empresas más grandes del país en función de su alineación, gestión, capacidad de articulación y reconocimiento más allá del monto de las inversiones sociales que realizan a lo largo de Colombia. Este año el ranking fue liderado por Alpina, seguido de: Natura, Isa, Bavaria, Cementos Argos, Alquería, Postobon, Grupo Nutresa, Claro y Mineros SA, como las primeras 10 empresas.
Este año el Índice de Inversión Social Privada, logró la más alta participación de compañías en toda su historia: 151 grandes organizaciones que operan en Colombia reportaron más 3,6 billones de pesos en inversión social privada y más de 3 billones de pesos en inversión ambiental en el 2021.
Culminamos estos dos días de sinapsis para el desarrollo con la participación presencial y virtual de 400 representantes de empresas, agencias de cooperación internacional y medios de comunicación. El informe de resultados del IISP está disponible en la página del Índice de Inversión Social Privada iisp.com.co